La glándula tiroides es bastante pequeña pero sumamente importante, tiene forma de una pequeña mariposa y la localizamos en la parte de adelante de nuestro cuello. A pesar de su pequeño tamaño, tiene muchas funciones en nuestro cuerpo y que pueden verse afectadas si esta se encuentra en desequilibrio.
Su trabajo principal en nuestro organismo es la producción de hormonas que son necesarias para que el cuerpo funcione como debe. Aunque es difícil creer que una glándula tan pequeña pueda tener tanta importancia. Cuando esta produce hormonas en exceso, o en su defecto, disminuye su producción, esto indica que hay algo mal en la glándula.
En este artículo queremos mostrarte cuales son las señales más relevantes que el cuerpo hace cuando hay problemas en la glándula tiroides. De esta manera podrás descubrir el problema y tratarlo como se debe.
Síntomas que demuestran que hay problemas en la tiroides
- Problemas en la garganta: cuando la tiroides está funcionando mal, el principal síntoma es que genere molestias, específicamente en la garganta ya que ahí es donde se encuentra. Puede causar inflamación, dolor y hasta pérdida de la voz.
- Pérdida de cabello y piel seca: la tiroides también tiene que ver con el cabello y la piel, si el primero cae en momentos en los que no debería o la segunda se reseca y causa picazón es momento de visitar al médico para que revise la tiroides.
- Dificultades de concentración: las alteraciones hormonales de la tiroides puede causar pérdida de concentración. Muchas lo confunden con menopausia, por ejemplo.
- Cansancio constante: si te sientes cansado incluso cuando duermes bien, esto se debe a que en tu cuerpo no hay suficientes hormonas, lo cual se debe a una disminución de producción.
- Cambios de peso: cuando hay aumento o pérdida de peso sin tener alguna razón lógica, puede ser causado por hipotiroidismo.
- Presión alta y otros síntomas: si sientes palpitaciones descontroladas sumada con la presión alta, eso es un problema de tiroides.
- Cambios de humor: los problemas con la tiroides causan mal humor, irritación, ansiedad. Pero también tristeza y depresión.
Con estos avisos, es mejor que vayas corriendo a visitar al doctor para controlar los problemas en la tiroides.
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